sábado, 5 de noviembre de 2016

Pues sois nuestra amparadora, Madre de Desamparados


En esta tierra tuya, por Ti vive la fe
Y tu imagen santa no hay pecho en que no esté.

Salve, Reina de cielos y tierra.
Salve, no nos dejes de amparar.
Salve, siempre invocada Patrona.
Salve, Madre nuestra y titular.

Del Himno de la Coronación Pontificia de
Ntra. Sra. de los Desamparados

Cuando atardece el otoño y las tardes van acortando. Cuando llega Octubre y pasan las fiestas de la Virgen del Rosario y de María Santísima del Pilar. Pasados dos Domingos del décimo mes del año, llega el día. El tercer Domingo de Octubre, día en que desde antiguo, el pueblo de Desamparados honra a su Patrona. Un pueblo que pertenece a Orihuela y por lo tanto al Antiguo Reino de Valencia y que venera como Madre a Ntra. Sra. de los Desamparados.

Todo un pueblo que se vuelca con su Reina, en torno a las mil personas participaron un año más en la Solemne Procesión que recorrió las principales calles de Desamparados. Jóvenes y mayores, niños y ancianos, en definitiva toda la población salió a venerar a su Señora.

ELLA es el origen y germen de la historia de Desamparados. A ELLA se acogen siempre sus hijos cuando están desamparados. ELLA es la salud de los enfermos y amparo de los más necesitado. ELLA es el orgullo de un pueblo que tanto quiso estar bajo el manto de su madre, que eligió su nombre para como si de un escudo se tratase sentirse protegido y amparados.

La bella imagen de la Patrona, fue tallada por José Mª Ponsoda para sustituir a la anterior destruida en 1936. Y desde entonces siempre ha recibido los mejores cuidados, más actualmente luce radiante y esplendorosa de mano de su camarero y vestidor D. Vicente López Rayos, hijo, nieto y bisnieto de sacristanes.

Entre petaladas y oraciones, envuelta en una nube de incienso, precedida por mil alumbrantes, custodiada por sus mantillas y llevada majestuosa sobre los hombros de sus portadores María Santísima de los Desamparados hizo un año más su tradicional procesión. Siendo el momento culminante al término de la misma, cuando la bendita imagen fue alzada  por sus portadores dando repetidas vueltas y colmando a todos los presentes de gracia y bendiciones. Finalmente la Señora entro a su templo entre vivas y aplausos de sus devotos hijos.

Desamparados lleva orgulloso el nombre de su Madre.

¡Viva Nuestra Reina!
¡Viva la Madre de los inocentes!
¡Viva la Madre de los que no tienen madre!
¡Viva el orgullo de Desamparados!
¡Viva el amparo de la huerta!
¡Parroquianos todos a una voz! ¡VIVA LA MADRE DE DIOS!
Y por qué lo eres
 ¡GUAPA GUAPA Y GUAPA!
























































































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