"Cristo del Rescate,
Cristo de mi amor:
sea nuestro canto
ferviente oración.
Quieren tus esclavos,
desde el corazón,
rendirte homenaje
de veneración."
Martes Santo de Rescate y Esperanza, de silencio y promesas, de cera y escapulario. Desde el barrio de San Juan cada Martes Santo sale una de las mayores devociones de Murcia, el Santísimo Cristo del Rescate, el Señor de las manos atadas. Tras pasar bajo el arco, Murcia recibe a los esclavos del Rescate, que tras la Cruz Guía inicia su procesión.
La Stma. Virgen de la Esperanza derramaba sus lágrimas al ver como su hijo del Rescate salía, sobre un monte de claveles rojos, para procesionar por las calles de la ciudad. Las saetas surgieron desde anónimas gargantas para el Señor de San Juan, lágrimas que brotaban desde el corazón, oraciones y suplicas fervorosas y besos que salían de los labios para posarse sobre el pie descalzo del Rescate.
Martes Santo es una de las tarde mágicas de Murcia, que emocionan y hacen aflorar los sentimientos al mirar la cara del Rescate, al observar el llanto de María de la Esperanza, al entender el verdadero significado de la Cruz de Cristo. Murcia es del Rescate y cada año con besos piadosos renueva su promesa de fidelidad al llegar el primer viernes de Marzo. Murcia es del Rescate, por las promesas que cada año siguen su camino, por la gente que se agolpa para ver su procesión, por los murcianos que cada día acuden a verlo en su capilla.
"Por tu escapulario,
divino blasón
que es sobre tu pecho
emblema de amor.
Y por las espinas
que en corona atroz,
desgarran tu frente
de níveo candor,
pedimos amantes
y con ansiedad
para mis pecados
tu santa piedad.
¡Piedad, Señor! ¡Señor, Piedad!"
Murcia, 11 de Abril de 2017
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